jueves, 2 de noviembre de 2017

DIA DE DIFUNTOS

Hoy en un día especial. Es un día de celebración en el que recordamos a nuestros seres queridos fallecidos. Pero, ¿dónde están? ¿Se encuentran bien? ¿Cómo les fue tras dejar tu cuerpo? 

Miles de preguntas nos asaltan cuando pensamos en tantos seres queridos que partieron antes que nosotros. Por el amor que les tengo a ellos y para ayudar a dar conciencia sobre esto, he pedido a nuestros Hermanos mayores en la Luz que nos expliquen de modo sencillo lo más importante. Y así lo han hecho.



La Madre María me dijo:
"No temáis. Vuestros queridos están en camino al Padre de la Luz, el Padre del Amor, el Creador de todo lo que existe. Ni todos los títulos del mundo logran restarle un ápice de compasión al Padre respecto a uno solo de sus pequeños. Por tanto, cuando uno de vosotros, queridos hijos, salís del cuerpo, vuestra esencia energética es recogida, como tomada de la mano, por nuestros ángeles y por vuestros familiares o amigos que murieron antes que vosotros. En ese momento, se olvida todo el dolor del cuerpo, de la separación y del mundo, y el miedo es transmutado en confianza. En brazos de vuestros guías y ángeles sois acompañados, y casi no miráis atrás, hacia el corazón del Padre que os espera. Y en el camino veis vuestros comportamientos, correctos e incorrectos, puros y no puros, generosos o egoístas, pero nadie lo juzga. En compañía de los guías no existe el juicio ni la culpa, sino la compasión. Entonces el Alma va ascendiendo hasta llegar a la dimensión que le corresponde, y ahí comienza otra etapa de sanación y perdón.

No temáis. Nadie se va solo, sino que es guiado por el Amor infinito de vuelta a casa, y mientras se va vosotros le lloráis. ¿No veis que es una fiesta su regreso al hogar? ¿No entendéis que ha cumplido su misión y acabado su tiempo? ¿Olvidáis que podéis veros siempre en el corazón? ¿No sabéis que vuestra relación no se acaba? Solo necesitáis fe y práctica para seguir en comunicación con vuestros fallecidos, pues su alma y la vuestra es la misma energía, y ese lazo azul y blanco no se rompe jamás. Todos estáis unidos siempre.
No les reclaméis ni les lloréis, pues eso solo entristece su corazón y da muestra de que habéis olvidado que sois UNO, y que nunca os separáis, y que la muerte es solo un engaño, un capítulo breve, un cambio de lugar y aspecto.

No temáis. Al pensar el ellos pensadlos en Luz. Rodeados del Amor del que proviene todo, del Amor que los ama más que tú, querido hijo, pues tu amor humano es imperfecto y el Amor del Padre no puede ser más completo, sanador e ilimitado. No comprendes con tu mente que nada hay más perfecto que estar junto al Padre celestial. Y en este olvido sufres la pérdida y te enfadas con Dios y con el que se ha ido. ¿No lo amas tanto? Pues déjalo marchar. No importa su edad ni sus circunstancias en la Tierra, sino que al volver a casa recobra su alma su perfección natural y se prepara, tal vez, para su próximo viaje: su próxima venida. Y, ¿quién sabe si no volveréis a encontraros años después? Y si crees mis palabras, aumentas tu conciencia, se aleja el miedo y se disuelve el dolor. Y tal vez tu Alma reconozca a la suya otro día en la vida terrestre.

Somos nosotros los que lloramos cuando un Alma desciende del Padre para aprender en la Tierra y nos alegramos cuando regresa de nuevo. Piensa en grande. Piensa como el Padre, y alégrate de que tus difuntos estén en Amor, sin dolor, sin enfermedad, heridas ni problema alguno. Ya os veréis más adelante.
¿No crees mis palabras?  Os veréis más adelante con los ojos que tú conoces, pero no os separáis nunca a nivel del corazón".
Con amor a todos vosotros, 
la Madre María.

Si lo que me llega es correcto, deberíamos celebrar la muerte como una "diplomatura" por así decirlo, como una graduación. Deberíamos no temerla cuando se acerque o nos aceche tras la enfermedad. Temerla es crearse dolor puesto que es inevitable y solo corresponde a la otra cara de la moneda. ¿Aceptas la vida? Pues acepta la muerte.
Negarla es una estupidez, pues es terca y tozuda, y tiene sus pactos al igual que la vida terrenal.
Confía en que tu Angel de la Guarda no te deja solo y que llegado el día de partir te asistirán con calma y sin drama. Dejarás aquí todo lo atesorado, todos tus logros como humano y todas aquellas personas o animales a los que amaste. Así que, AMA AHORA. HOY. Sé tu mismo hoy, no esperes, puede que sea tarde cuando te decidas a ser tú mismo, a cantar y estar alegre, a ponerte un sombrero rojo y salir a la calle. El momento es ahora, y quien más nos lo enseña es la Madre Muerte, cuyo deseo es ayudarte a ser más libre, feliz, asertivo, fuerte, coherente y amoroso. Consciente de la muerte serás más feliz, o mejor dicho, estarás más vivo. Ella es solo el avisador para que no pase un día de tu vida en que no hayas amado, reído y gozado.

Desde el AKASHA (o Registro Akáshico) puedes recibir más información sobre la muerte y el morir. Puedes contactar con tus seres queridos si ellos lo desean. Puedes acceder a los planos superiores de conciencia, ¿aún no has probado? Allí está toda la información, comprensión y amor que necesitamos. Allí se guarda todo lo que acontece, y desde mi contacto diario con el Akasha te aseguro que nada hay que temer. Nada oscuro ni doloroso rodea la muerte. En este día especial, accedo a mis Archivos del Alma y veo a todos mis ancestros que se fueron antes. Veo a mis viejos amigos, a mi perrita, a todos los niños de mi linaje que no llegaron a  nacer a la vida en este momento y les digo a todos:
Os llevo en mi corazón y el amor es como un hilo que nos mantiene conectados hasta que volvamos a encontrarnos con la misma apariencia. Y sonríen y asienten. Y mi perra ladra. Y noto su abrazo multitudinario como si estuvieran aquí en carne y hueso. Tomo su alegría y su fuerza, respiro, y salgo del Templo que guarda mi Libro del Alma y regreso a este plano. Termino este artículo y me voy a comer, celebrando que aún estoy en la Tierra, en cuerpo y alma.




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